En La Morada Maldita, de 2 a 6 jugadores compiten por ser quienes consigan más gemas del tesoro de un viejo aventurero. En el centro de la mesa se colocan cartas con diferentes gemas y, en cada turno, se revela una carta que indica qué tipo de gema deben buscar todos al mismo tiempo. Los jugadores deben ser rápidos y observadores para señalar o tomar la carta correcta antes que los demás.
Pero el verdadero caos comienza cuando alguien toma la joya morada. En ese momento cae sobre ellos una maldición, una regla loca que deberán cumplir durante el resto de la partida: jugar con una mano, hablar al revés, cerrar un ojo, o cualquier otra condición que vuelva todo más difícil y divertido.
Rápido de aprender, lleno de risas y perfecto para jugar en familia o con amigos, La Morada Maldita convierte cada partida en una carrera frenética donde la agudeza visual y el humor se mezclan en la justa medida.
